Las lesiones traumáticas pueden afectar a articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios. Pueden ser agudas o crónicas. Los daños agudos pueden ser resultado de caídas o esguinces. Las lesiones crónicas pueden ser resultado de un microtrauma repetitivo o de secuelas de un daño agudo. Son esenciales una historia clínica meticulosa y un examen físico cuidadoso. La imagen resulta necesaria para confirmar la sospecha clínica, valorar la extensión del daño y ayudar a decidir el tratamiento oportuno
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